
Crítica

Berlinde de Bruyckere y Philippe Vandenberg
Dos hombres, uno vivo y otro muerto. Dos artes, la pintura y la escultura. Dos estilos, el color y la oscuridad. Una única salida: olvidarlo todo y crear.
l me faut tout oublier, hace falta olvidarlo todo y eso sólo es posible mediante el refugio en la pintura. Dos almas gemelas que se encuentran fuera del tiempo, unidas por la soledad y por la búsqueda de las respuestas que no existen, pero que de existir estarían en la creación artística. Porque todo es posible durante la creación, la realidad cambia en la obra de arte, la realidad es otra y sólo el arte nos permite encontrarla.

La obra de Berlinde de Bruyckere (1964, Gand) y Philippe Vandenberg (1952, Gand -2009) se expone en la Maison Rouge de París hasta el 11 de mayo. Los dos artistas, de nacionalidad belga, ya habían expuesto conjuntamente con anterioridad, pero no en Francia. La exposición, formada por binomios continuos de pintura y escultura, es el resultado de la intromisión del escultor Berlinde de Bruyckere en la obra del ya fallecido Philippe Vandenberg. Un viaje a través del cual descubrió las semejanzas que ambos tuvieron en vida y cómo éstas se reflejan en sus obras. Gracias a esta unión el pintor ya nunca estará solo, sus cuadros, unidos por parejas o junto a esculturas que reflejan la crudeza de la realidad, están finalmente acompañados.

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